105.500 viviendas vacías en Baleares, el precio medio de las casas subiendo no tan solo en Palma, Eivissa, Marratxí, Llucmajor, Calvià y Maó, sino también en Manacor, Sa Pobla y Ciutadella, donde se han encarecido más de un 20 por ciento en solo un año… Y, además, los alquileres baten récords en las islas. Ninguna otra comunidad paga más caro el metro cuadrado. Ya hemos superado a Madrid, Cataluña y el País Vasco.
La situación es excepcional, además de grave… Y, por ello, la presidenta Marga Prohens convoca este martes al sector inmobiliario. En el Consolat de Mar presentará su decreto ley de medidas excepcionales que tiene un solo objetivo: abaratar el acceso a una vivienda digna a un precio asequible.
Primera medida: cesión de suelo público a promotores privados para edificar pisos a precios tasados. Terrenos ahora baldíos destinados a equipamientos sin edificar serán recalificados a través de procedimientos de urgencia para que sobre ellos se construyan casas. Y estas casas serán edificadas por empresarios privados para acelerar todos los procedimientos. Recordar que el Govern Armengol solamente construyó 1.400 viviendas sociales en cuatro años de mandato.
Paralelamente, el Govern también eliminará trabas y se compromete a desatascar colapsos burocráticos, como la concesión de licencias municipales o los existentes en la Comisión Balear de Medio Ambiente y la Dirección General de Recursos Hídricos.
A cambio, estos pisos no se venderán, sino que se alquilarán por una cuantía marcada por el propio Govern y siempre por debajo del precio de mercado.
Pero eso no es todo. Además, se permitirá aumentar la densidad de viviendas con más pisos por planta y más alturas. Se facilitará que grandes viviendas sean reconvertidas en pisos más pequeños y que en determinados barrios de Palma se superen las alturas marcadas por el Plan General para que haya más pisos por finca y consumiendo menos territorio.
El decreto de emergencia habitacional también facilitará que locales comerciales se conviertan en viviendas.
Todas estas medidas pretenden acelerar y facilitar la construcción de más casas. Recordar que, según datos del propio Govern y del Ajuntament de Palma, en la capital balear deberían construirse 20.000 nuevas viviendas para eliminar el problema de habitabilidad y contener los precios, una cifra que en todas las Islas Baleares se eleva a 40.000.
Por ello se quiere poner en el mercado la mayor parte de las 105.500 viviendas que en este momento, oficialmente, están vacías. ¿Cómo? Con desgravaciones fiscales. Los propietarios que alquilen sus pisos vacíos podrán reducir la presión fiscal que pagan sobre los beneficios. Con esta medida, se incorporarán al mercado inmobiliario miles de viviendas que, de forma paralela y al aumentar la oferta, bajarán los precios medios del resto.
Además, se pretende que el Gobierno central cambie su Ley de la Vivienda para poder desalojar de forma rápida a los inquilinos que no pagan y a los okupas en menos de 24 horas desde la patada a la puerta.
Toda una batería de medidas que, además, incluye también ayudas fiscales a los jóvenes que compren casas, para que el esfuerzo económico sea menor para ellos.
