No será como la tempestad del pasado domingo. Tampoco se prevén, por ahora, grandes precipitaciones. Quizás prácticamente no llueva de forma generalizada... O todo lo contrario.
La Agencia Estatal de Meteorología, a estas horas, aún no puede precisar si el embolsamiento de aire frío que se descolgará a partir del sábado sobre el oeste de la Península Ibérica acabará chocando con el aire húmedo y caliente del Mediterráneo y provocará las habituales tormentas de estas fechas del año sobre el archipiélago balear y la región levantina.
Y todo por la volatilidad de una Dana. De las llamadas depresiones aisladas en niveles altos de la atmósfera que evolucionan de forma errática al no formar parte de un frente compacto.
Sí se espera que el sábado, sobre Baleares, se cubra el cielo con nubes y no se descarta alguna precipitación, pero no se puede precisar aún su intensidad y extensión, si serán generalizadas o locales, fuertes o débiles.
Lo que sí se puede pronosticar es que durante todo lo que queda de semana no hará calor, las máximas se quedarán por debajo de los 30 grados -quizás 25 el próximo domingo-, seguirán las nubes recorriendo el cielo sobre las islas y en algunos momentos dejarán caer lluvias, que puede ser desde un ligero chaparrón a un intenso chubasco.
Por tanto, la Agencia Estatal de Meteorología recomienda estar atentos a las predicciones y a los posibles avisos de peligro a través de las redes sociales, precisamente para evitar la sorpresa que muchos se llevaron el pasado domingo con la llegada de la turbonada, que estaba prevista y advertida… pero a la que algunos no atendieron.
