45 grados de máxima en Bilbao… Alertas amarillas por temperaturas altas de forma ininterrumpida desde el pasado fin de semana en Baleares… Puntas de casi 40 grados en Sa Pobla, Muro, Artà, Binissalem y Llubí… La cuarta ola de calor de este verano, la segunda en el mes de agosto, está llegando a su fin. No ha sido la más extrema, pero sí la más prolongada, por ahora, de este 2023.
La Agencia Estatal de Meteorología pronostica que, en la Península Ibérica, ya desde este mismo viernes se producirá un evidente cambio de tendencia. Un frente atlántico barrerá el anticiclón que ha estado dominando sobre España y Portugal y provocará, con aire más fresco, una apreciable bajada de las temperaturas, de hasta 10 grados.
En el Cantábrico pasarán de los más de 40 grados registrados los pasados miércoles y jueves a unos moderados 22 ó 23 grados. Un cambio que también se extenderá al resto del territorio, aunque en Andalucía, Extremadura y Murcia esta bajada del calor no será tan drástica, con máximas de 33 ó 34 grados en toda la mitad sur de la Península.
En Baleares el cambio tardará aún unas horas más en llegar. Se comenzará a percibir a partir del sábado por la tarde, aunque la bajada de temperaturas tampoco no será tan radical como en el norte de España. El viento más fresco del atlántico no llegara prácticamente hasta el Mediterráneo, por lo que seguiremos con máximas ligeramente por encima de los 30 grados. Un descenso en los termómetros no tan acusado como en otras zonas, pero sí muy apreciable.
Además, se esperan tormentas, que pueden llegar a ser localmente destacables, principalmente el domingo en el norte de Mallorca y Menorca, con viento fuerte.
Pese a todo, la AEMET advierte que la volatilidad de la atmósfera puede inducir a cambios en estas predicciones.
Mientras, sigue activada la alerta por incendios forestales en todas las Islas Baleares, con un grado de peligrosidad ahora de 4 en una escala de 5.