La última del conjunto de pateras llegadas a Baleares desde el domingo pasado lo hizo ayer tarde a las costas de Formentera, como vemos en estas imágenes.
Allí fue interceptada por los servicios de vigilancia marítima. Inmediatamente después, los pasajeros fueron trasladados a una patrullera y, después, desembarcados en el puerto de La Savina, desde donde serán transferidos a Ibiza y, después, a la Península.
La Policía Nacional investiga en estos momentos quienes de los 203 inmigrantes recién llegados son, en realidad, los capitanes que han dirigido las embarcaciones, para después detenerles y acusarles de tráfico ilegal de personas y por poner en peligro la vida del resto de pasajeros.
Destacar que la mayoría de los desembarcados son de origen magrebí, y sólo algunos de ellos subsaharianos.
En esta última oleada de embarcaciones procedentes de Argelia, una de las más nutridas de los últimos tiempos, se han producido situaciones impactantes, como cuando el helicóptero de la Guardia Civil, el famoso Cuco, interceptó a una pequeña patera en las costas mallorquinas, entre el Cap Salines y la playa des Caragol.
Aunque la mayoría de las pateras fueron interceptados en el mar, normalmente en las costas del sur de Cabrera gracias a los radares de interceptación y vigilancia ubicados en la isla y en el Migjorn de Mallorca, algunos tripulantes consiguieron desembarcar.
13 de ellos fueron interceptados por la Guardia Civil pasadas las tres de la madrugada del domingo en pleno centro de la Colònia de Sant Jordi, otros cinco en la carretera que recorre Formentera y dos más ya en el puerto de La Savina de esta misma isla.
La delegada del Gobierno de España en Baleares recuerda que estos inmigrantes son retenidos durante 72 horas y devueltos lo antes posible a su país de origen. Si, como en el caso de los argelinos, las fronteras están cerradas, son liberados.