Así lo ha anunciado este viernes el alcalde de Palma, Jaime Martínez, quien ha explicado que "se está modificando la ordenanza cívica para incrementar al máximo las multas, que son 3.000 euros" y ha dejado claro que "todo graffiti se realice sobre un bien catalogado se denunciará por vía penal y si la pintada la hace un menor de edad, los padres deberán responder de sus acciones".
Martínez ha recordado que la semana pasada se presentó un plan estratégico de limpieza que también incluye las pintadas vandálicas. "Emaya, infraestructuras y la Policía Local ya se están coordinando para prevenir, actuar y sancionar al autor de las pintadas". Para ello se dispondrá de cámaras y drones.
Y hablando de graffitis, el alcalde de Palma ha apoyado la iniciativa privada impulsada por la Fundación Forteza-Rey, para eliminar las pintadas vandálicas de parte los muros del convento de Santa Magdalena de Palma.
Un proceso que tal y como ha explicado, el presidente de la fundación, Josep Forteza-Rey, no ha sido nada sencillo. "Hemos tenido que actuar en la parte baja del muro para recuperar la capa de protección", añadiendo que "ha sido muy complicado retirar la pintura del marés ya que se queda en su interior, por lo que se ha tenido que reblandecer la pintura y repetir el proceso varias veces".
Tras este trabajo que ha durado cerca de un mes, se ha impulsado una campaña de sensibilización. "Una cosa es tener afición por la pintura y otra es destrozar un bien patrimonial del siglo XIV", ha advertido Josep Forteza-Rey.
Precisamente, la priora del convento de Santa Magdalena, Sor Pilar, se ha mostrado muy agradecida a la Fundación Forteza-Rey y al Ayuntamiento de Palma por eliminar los graffitis de las paredes del convento.
"Sentimos un profundo agradecimiento a Josep Forteza-Rey por esta buena obra que han llevado a cabo y al Ayuntamiento de Palma por el interés mostrado", ha explicado Sor Pilar, añadiendo que "era una actuación que no podíamos acometer, por lo que nos ha caído del cielo esta buena iniciativa".
En esta primera fase se ha procedido a eliminar una parte de los graffitis de las paredes de este centenario edificio. Está previsto que se ejecute una segunda fase para quitar las pintadas restantes.