Asimismo, en Mallorca y también en Menorca se esperan intervalos nubosos, con probabilidad de alguna precipitación ocasional por la mañana, mientras que en Ibiza y Formentera el cielo ya se mostrará totalmente despejado.
El viento soplará entre flojo y moderado de componente norte, tendiendo por la tarde a flojo de dirección variable y siempre con brisas costeras en Mallorca.
Con todo, la jornada volverá a ser relativamente fresca para los parámetros habituales de un principio de agosto. Las mínimas nocturnas no llegarán a los 20 grados, dándonos un respiro tras las noches tórridas y tropicales de finales de julio. Mientras, las máximas diurnas también serán soportables, alcanzando en los termómetros sólo los 29 grados en plena canícula del ferragosto.
El domingo la evolución del tiempo, con el alejamiento de la borrasca Patricia del norte de la Península y del Mediterráneo Occidental, hará que las temperaturas mínimas se mantengan en los mismos parámetros ya registrados el sábado, sin sobrepasar los 20 grados, al mismo tiempo que las diurnas iniciarán un ascenso que, sin embargo, será mínimo por lo que se prolongará la situación de relativa bonanza y sin rastro de ningún bochorno.
En el cielo, pocas nubes, aunque sin descartar alguna precipitación aislada y ocasional, especialmente en Menorca.
El viento optará por la componente este, aunque flojo, y persistirán las habituales brisas costeras propias de estas fechas del año en nuestro archipiélago.
Todo ello para que el lunes iniciemos ya de forma paulatina el retorno a lo que es habitual en el verano balear: calor y temperaturas por encima de los 30 grados de forma constante.