El mejor desempeño de Reino Unido y de los países de la Unión Europea por la normalización de la producción y los menores precios del mercado mayorista han ayudado a que el beneficio bruto de explotación (ebitda) alcance los 7.561 millones de euros en la primera parte del año, lo que supone un incremento del 17,3%, respecto al primer semestre de 2022.
La compañía ha realizado unas inversiones de 10.544 millones de euros en los últimos doce meses, lo que supone un 8% más que el mismo periodo del año anterior. El 93% de la inversión se ha destinado a redes -5.061 millones de euros- y a renovables -4.745 millones de euros- para acelerar la electrificación y fomentar la autonomía energética.
Por países, Iberdrola ha seguido impulsando su compromiso de descarbonización en todas las regiones donde se asienta. En España ha destinado 2.880 millones de euros, lo que supone el 27% del total. Además, ha invertido 2.580 millones en Estados Unidos, 1.957 millones en Latinoamérica, 1.533 millones en el Reino Unido y 1.595 millones en el resto de países.
La compañía sigue con paso firme en su compromiso con la descarbonización del planeta. “Seguimos acelerando la ejecución de nuestro Plan Estratégico, con inversiones de más de 10.500 millones de euros en los últimos 12 meses, para alcanzar una Base de Activos de Redes de 40.000 millones de euros y 41.250 MW renovables instalados”, ha asegurado el presidente de Iberdrola, Ignacio Galán.
Además, el presidente ha comentado: “Estos resultados confirman nuestra capacidad para ejecutar nuestros planes antes de lo estimado, incluso en el desafiante escenario macroeconómico actual. Y, para finales de año, esperamos un crecimiento del beneficio neto cercano al 10%, excluyendo las plusvalías adicionales por la rotación de activos”.
Como resultado de las inversiones, la base de activos de redes ha crecido un 10%, hasta situarse en los 40.000 millones de euros, lo que ha mejorado la diversificación de la compañía.
Por otra parte, Iberdrola sigue fiel a su compromiso de impulsar la transición energética y ha aumentado su capacidad renovable instalada un 6,5% en todo el mundo en los últimos 12 meses, hasta alcanzar los 41.250 MW. Además, la compañía cuenta con 7.100 MW bajo construcción, que suponen una inversión de 12.000 millones de euros.
Su nueva capacidad ha permitido que el grupo incremente su producción propia con energía limpia en un 5,7% respecto al mismo periodo del año anterior, hasta los 42.756 GWh.
En 2023 la compañía tiene ya vendidos 135 TWh a través de contratos a largo plazo -a través de PPAs y mecanismos regulados-. El 70% de esta energía está comprometida a través de contratos con clientes industriales con un plazo de 12 años aproximadamente y el 30%, con clientes domésticos a un plazo medio de entre 2 y 3 años.
De hecho, en las últimas semanas la compañía ha cerrado un acuerdo con Vodafone para suministrarle energía limpia en Alemania, Portugal y España por un total de 410 GWh, que equivalen a la demanda anual de más de 117.000 hogares. Además, ha llegado a un acuerdo con Holcim, líder mundial en soluciones innovadoras y sostenibles para la construcción, para 250 gigavatios-hora (GWh) anuales de energía renovable procedente de su parque eólico marino Baltic Eagle.
Iberdrola aplaude la reforma del mercado eléctrico en la UE que está en curso. El Parlamento Europeo ya ha fijado una posición favorable a potenciar el mercado y la contratación a largo plazo, en línea con la propuesta legislativa que efectuó la Comisión.
Dentro de su Plan Estratégico, la compañía ha completado su Hoja de Ruta de Rotación de Activos de 7.500 millones de euros para 2025. Se acaba de conocer que la compañía ha cerrado una alianza estratégica con Masdar para desarrollar un parque eólico del Mar Báltico y para avanzar en los objetivos de cero emisiones netas de Europa. Además, la venta de cerca del 60% del negocio de México continúa adelante y está previsto que la operación se cierre antes de final de año.
Asimismo, la positiva evolución del negocio ha permitido a Iberdrola incrementar su estimación de beneficio para 2023. Prevé un incremento del beneficio neto para 2023 de cerca del 10%, sin tener en cuenta las plusvalías del plan de rotación de activos, gracias a un fuerte primer semestre -recuperación de la renovables y del negocio de clientes- y una serie de ventajas en la segunda parte del año -mayor capacidad instalada e incremento de la producción-.
Iberdrola acelera el ritmo de sus inversiones, mientras mantiene la solidez de su balance. Gracias a la buena evolución del negocio de la compañía, el grupo ha alcanzado un flujo de caja operativo de 5.731 millones de euros en sólo 6 meses, frente a los 4.734 millones del mismo periodo del año anterior, lo que supone un incremento del 21% -excluyendo el canon hidráulico-.
El grupo ha vuelto a demostrar su liderazgo en financiación sostenible, obteniendo 3.440 millones de euros de nueva financiación verde, lo que permite situar la liquidez en los 20.300 millones de euros. De esta forma, Iberdrola podría a cubrir 21 meses de necesidades financieras sin recurrir al mercado.
En un contexto inflacionista, el 86,7% de la deuda se encuentra a tipo fijo, con una vida media cercana a los seis años.
La evolución de la compañía fue recientemente respaldada por sus accionistas, reunidos en Junta General -con un quorum del 72%-, que aprobaron todos los puntos del orden del día con un voto positivo medio del 98%.
De acuerdo con lo aprobado la compañía ha incrementado la remuneración al accionista un 11,6%, hasta los 0,501 euros por acción con cargo a los resultados de 2021. Con esta retribución, la compañía ya ha alcanzado el suelo de dividendo establecido de para 2025.