El campo mallorquín deberá adaptarse a los cambios climatológicos registrados en los últimos años. Incremento de temperaturas y lluvias cada vez más intensas, caídas solo en momentos puntuales, hacen inviable seguir apostando por los cultivos tradicionales de la Isla.
Cambios climatológicos que también afectan al bolsillo del consumidor final, encareciendo el producto y poniendo así en riesgo la actividad del sector primario.
Un cambio ante el que los agricultores tendrán que adaptarse para poder seguir desarrollando su actividad, por lo que solicitan a Joan Simonet, nuevo conseller del ramo, la creación de una mesa permanente de cambio climático.
Pese a todas las circunstancias adversas, desde Unió de Pagesos no pierden la esperanza en el futuro del sector. Un sector, eso sí, que insiste de nuevo en la necesidad de fomentar el consumo de producto local para garantizar ya no solo su futuro, sino el del principal motor económico del archipiélago.
Y es que no en vano, los agricultores mallorquines se encargan de cultivar y cuidar más del 60 por ciento de la superficie de la isla.
Desde Unió de Pagesos califican de acierto el nombramiento de Joan Simonet como conseller de Agricultura. Un Simonet del que destacan su conocimiento del sector gracias a su anterior puesto como gerente de Asaja, y con experiencia previa en la administración.
