Así, la institución insular ya ha anunciando que la semana que viene registrará la petición formal para eliminar este carril, iniciándose así una serie de reuniones con la DGT para presentar los informes técnicos elaborados desde el Consell para justificar esta supresión.
De hecho, Llorenç Galmés ha asegurado ante los medios que "los atascos han aumentado en un 66% en esta vía", así como en otras vías alternativas por las que optan muchos conductores para "evitar este caos circulatorio". Además, en materia de siniestralidad, el presidente del Consell ha manifestado que "no se ha reducido significativamente".
Así las cosas, desde la institución insular recuerdan que "la autopista donde se encuentra instaurado este carril es de titularidad insular, pero necesitamos la autorización (de la DGT) para poder eliminar este carril Bus-VAO.
Pendientes pues de la luz verde de la DGT para poder llevar a cabo esta supresión, lo cierto es que la directora en Baleares de esta entidad, Francisca Ramis, ha asegurado que desconoce la procedencia de los datos esgrimidos desde el Consell.
De hecho, Ramis ha asegurado que los datos que maneja la Dirección General de Tráfico son completamente diferentes, ya que "nosotros tenemos datos de intensidad y de velocidad, tanto del carril Bus-VAO como de su carril contiguo. Unos datos que nos demuestran unas velocidades medias muy razonables. Incluso, la velocidad del carril central en dirección a Palma es superior a la media diaria de la circulación en dirección aeropuerto".
Una opinión que también comparte la delegada del Gobierno en Baleares, Aina Calvo, quien pese a mostrarse abierta a comparar los datos que puedan aportar los informes del Consell, lo cierto es que "desde el Gobierno hacemos una valoración positiva" de la implantación de este polémico carril Bus-VAO.
Así las cosas, y ante la disparidad evidente derivada de los datos proporcionados tanto por unos como por otros, parece que el futuro de este carril podría estar supeditado el resultado electoral del próximo domingo.