Ni los casi 40 grados de temperatura ni el aviso naranja decretado por la Aemet han impedido ver de nuevo circulando a las calesas por las calles del centro de la capital balear. Una práctica que denuncian desde la entidad Progreso en Verde y ante la que la Policía Local de Palma ha prestado este martes especial atención.
Un calor que no solo padecen estos caballos, sino también toda aquella persona, ya sea turista o residente, que trate de poner un pie en la calle durante las horas centrales del día.
Especialmente complicado lo tienen esta semana los trabajadores, que debido a su actividad, están expuestos al sol y a las altas temperaturas. Una circunstancia que debería estar recogida en los planes de prevención riesgos laborales de las propias empresas.
"Si no hay más remedio que trabajar en el exterior, que se adapten las jornadas de trabajo. Incluso, en momentos de ola de calor, que se reduzca esa jornada laboral", ha explicado la Eva Cerdeiriña, Secretaria de Políticas Públicas y Salud Laboral de CCOO en Baleares, quien ha recordado que "los golpes de calor, a veces, no tienen síntomas previos. Te pueden dar de forma repentina. Hay que estar muy, muy atento a cómo se está trabajando en estas condiciones".
Así las cosas, desde el sindicato Comisiones Obreras han habilitado desde este martes sus sedes en Palma, Mahón y la ciudad de Ibiza como refugio climático. Los trabajadores que así lo consideren oportuno, podrán acceder a estos espacios climatizados para descansar y disponer de agua fresca en caso necesario.
"Lo que se pretende con esta medida es que esos trabajadores descansen porque es fundamental. Pero, sobre todo, que se hidraten", ha manifestado la propia Cerdeiriña.
La iniciativa, que ya funcionó el verano pasado, tenía prevista su puesta en marcha a partir del próximo día 17 de julio. Una fecha que se ha adelantado con la llegada de la primera, e intensa, ola de calor a nuestro archipiélago.
