Normalmente, las tres últimas semanas de junio, la isla se llena de jóvenes estudiantes que eligen Mallorca para celebrar el fin de curso. "Están una media de cinco noches y van sobre todo a hoteles de Playa de Palma, Palmanova y Magaluf, aunque también estamos experimentando otras zonas como en Alcúdia", ha afirmado el Director General de Viajes Kontiki, Pedro Iriondo.
Este verano está previsto que vengan unos 15.000 jóvenes, una cifra inferior a la de otros años. "Habrá entre un 20 y un 25% menos que otros años", ha advertido Iriondo.
Un descenso que según Iriondo, se debe al aumento del precio de los billetes de avión y de los hoteles, y a la demonización que se ha generado de este tipo de turismo en la isla, lo que ha llevado a muchos de estos grupos a optar por otros destinos como por ejemplo Cancún.
"Los precios de los vuelos y de las habitaciones de hotel han subido considerablemente, hasta tal punto que nos resulta muy difícil poder competir con otros destinos de la Península porque se puede ir en autobús o en tren", ha remarcado Iriondo.
Asimismo, Iriondo ha reconocido que Mallorca siempre ha sido uno de los principales destinos de los viajes de estudios, por lo que ha lamentado esta demonización que se ha generado de este tipo de turismo, especialmente a raíz del famoso concierto en la plaza de toros de Palma en época de COVID y los confinamientos en hoteles, por ello, los jóvenes perciben que en la isla “no se les quiere”.
"La percepción que se tiene en la península es que no se quiere mucho a los estudiantes en Mallorca. Se ha demonizado en cierta forma a los estudiantes porque alteran un poco la paz del vecindario o hacen botellón", ha lamentado el Director General de Viajes Kontiki.