Constructores, promotores y agentes de la propiedad inmobiliaria. Todos se habían mostrado en contra de la nueva Ley Estatal de Vivienda. Un texto al que también ha mostrado su rechazo la más que probable futura presidenta del Govern, Marga Prohens, y cuya aplicación más extensiva permitiría declarar al archipiélago como zona tensionada, limitando así el precio máximo del alquiler.
"Ya ha dicho la señora Prohens en precampaña que ella no lo va a aplicar en Baleares", se ha encargado de recordarle Natalia Bueno, vicepresidenta del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria en Baleares.
Una promesa que acogen con satisfacción dentro de este colectivo, pendiente eso sí del futuro de una ley que en su opinión podría provocar la retirada de miles de viviendas del mercado de alquiler. "Veremos a ver si esta ley seguirá en vigor o se derogará. Ya han anunciado diferentes colectivos que la iban a impugnar porque vulnera competencias y porque hay irregularidades en ella", ha incidido la propia Bueno.
Pese a todo, es imposible tratar de negar el problema habitacional que sufre nuestro archipiélago. Intentar sacar al mercado del alquiler las viviendas vacías sería parte de la solución, por lo que los agentes de la propiedad inmobiliaria vuelven a instar a los municipios a que elaboren un registro con estas viviendas deshabitadas. Así, la vicepresidenta del COAPI apunta que "hay que mirar consumos, si son segundas residencias, estudiar los motivos por los cuáles el propietario no quiere sacar al mercado su vivienda".
Estudiar cada caso e incentivar fiscalmente a los propietarios podría ser parte de la solución. Una solución, que según el COAPI, también pasa de manera ineludible por la lucha contra el alquiler vacacional ilegal. "Esto es una lacra que nos afecta a todos. No pagan ecotasa, no tributan en renta y es dinero negro que va al bolsillo de ese propietario que hace ese alquiler ilegal. Todo ese parque de viviendas podrían pasar al mercado residencial de todo el año", lamenta Natalia Bueno.
Un problema, el de la vivienda, que se convirtió en uno de los grandes campos de batalla de la campaña electoral. Promesas a las que ahora ha llegado el momento de dar debido cumplimiento.
