El cielo estará nuboso con algún banco de niebla matinal y polvo en suspensión toda la jornada lo que, sumado a los 29 grados de máxima que se esperan a primeras horas de la tarde, provocará una clara sensación de bochorno, especialmente en el Poniente de las islas.
El viento soplará mañana de componente este-nordeste, temporalmente flojo o en calma durante la madrugada y la noche.
El domingo 28M, asimismo, no se descartan -en algún momento del día- precipitaciones ocasionales acompañadas de barro, incluso en forma de tormentas en Ibiza, Formentera y Mallorca.
Las temperaturas nocturnas mínimas no experimentarán cambios, con una previsión de 17 grados, aunque las diurnas descenderán un par de grados o tres en los termómetros, con máximas sobre los 26 grados.
El viento persistirá en su componente este-nordeste, disminuyendo a flojo variable.