A pesar de que el clima está siendo más benévolo en Baleares que en el resto de España, lo cierto es que el calor y las precipitaciones de estas últimas semanas han mermado las reservas de agua acumulados durante los tres primeros meses del año.
"Aunque teníamos acumuladas reservas de agua, ha habido mucha evaporación y sequedad y los cultivos han sufrido más", ha advertido el Director General de Agricultura y Ganadería del Govern, Fernando Fernández.
Los cultivos relativos al cereal y el forraje son, a pesar de la tregua de los últimos días, los que más están sufriendo la falta de lluvias y las altas temperaturas. Unos cultivos que son básicos en la alimentación del ganado y que los agricultores no podrán garantizar este año.
"Este año nos va a faltar como un 60% de las necesidades de la alimentación animal. En la Península están mucho peor que nosotros, hay menos disponibilidad de alimento para ganados y los precios están subiendo mucho", ha señalado Fernando Fernández.
Una situación complicada para todo el sector primario del archipiélago y ante la que muchos ganaderos ya se plantean tomar medidas drásticas.
"Si produces una serie de ganado y te suben los costes de producción, lo que haces directamente es quitar animales", ha explicado el gerente de Asaja Baleares, Joan Simonet, añadiendo que "el drama de la ganadería es que cuando quitas madres, difícilmente se recupera con el tiempo".
Una más que probable reducción en el número de cabezas de ganado que el propio Simonet reconoce ya que tendrá consecuencias en el precio final que paguen los consumidores. "Si reduces la oferta que tienes y la demanda se mantiene, los precios suben porque hay menos oferta".
Una situación que se ve agravada por la guerra en Ucrania, uno de los mayores productores mundiales de cereal, y que empuja a los ganaderos y agricultores locales a estar más pendientes que nunca del cielo.