185 millones de euros de los Presupuestos Generales del Estado, y con financiación europea, que pondrán en marcha la infraestructura que se ha convertido en la promesa estrella de Pedro Sánchez para Palma antes del 28 M. Un tranvía desde el centro de la ciudad y hasta el aeropuerto de Son Sant Joan que, por ahora, es sólo un anteproyecto.
Tras la presentación del denominado ya oficialmente como Trambadia, en un acto protocolario celebrado en el Consolat de Mar el pasado día 10 de noviembre, el proyecto inicial ha venido sufriendo cambios sucesivos para adaptarse a los requerimientos de los colectivos profesionales y vecinales afectados y a la trama urbana de la ciudad.
Aunque, inicialmente, se propuso colocar la Estación Terminus de la Plaza de España en un lateral de las Avenidas, ahora se valora otra solución ya que, de hacerlo así, los carriles destinados al tráfico rodado se reducirían de forma considerable.
También supondrá otro cambio en el proyecto presentado el pasado 10 de noviembre la promesa del alcalde José Hila de trasladar a las Avenidas el carril bici que ahora atraviesa la Plaza de España.
Un recorrido, el del tranvía por las Avenidas que, asimismo, ha sido discutido y rechazado ya que supondría arrancar todos los árboles de un lateral de esta congestionada vía para no entorpecer la catenaria del tranvía.
Una vez haya salido del casco urbano y atravesado a través de un puente elevado la Autopista del Aeropuerto en algún punto todavía sin definir, el tranvía en la barriada del Molinar se dirigirá hacia el aeropuerto ocupando toda la calle Llucmajor, la más importante vía de circulación de la zona. Ello obligará a desviar a todos los vehículos a una nueva calle que, en estos momentos, también es una incógnita absoluta para los vecinos y el resto de la ciudad.
Las diferentes paradas del Trambadia pretenden ser puntos de acceso a diversas zonas e infraestructuras de la ciudad. En el proyecto aún ahora en discusión se sitúa a una de ellas a las puertas del centro de compras Fan Mallorca, lo que ha provocado la indignación de los comerciantes del centro de Palma que ven como, por un lado, se restringe desde Cort el acceso al centro de la ciudad a todo tipo de vehículos y, por otra, se facilitará la llegada a un núcleo comercial competidor de las afueras.
Finalmente, el tranvía tiene previsto llegar al Aeropuerto sobre un viaducto elevado para no restar -aquí sí- espacio a las calzadas de los autobuses, coches y otros vehículos. Una propuesta del proyecto inicial que aún está pendiente de que lo acepte la empresa semipública estatal AENA, precisamente en un momento en que las relaciones entre el Ajuntament de Palma y la gestora del aeropuerto están en un impass precisamente por prohibir el consistorio de Ciutat el aumento de las infraestructuras de las terminales aéreas.
También es en estos momentos una incógnita por definir la afluencia de pasajeros que utilizarán el tranvía cuando llegue la temporada baja turística. Las previsiones de la Conselleria de Mobilitat del Govern es que será utilizado por miles de turistas en pleno verano para acceder al centro de la ciudad desde Son Sant Joan, pero no constan las previsiones de este mismo departamento cuando llegue la temporada baja y la cifra de viajeros se desplome.