Así, María Frontera, presidenta de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca, ha manifestado este viernes que "lo de ayer no fue un tema serio ni riguroso. Fue una decisión con una finalidad electoral. Se tienen que tomar decisiones rigurosas, con datos, y allí no se ha hecho ningún tipo de análisis. Es simplemente un anuncio mediático con una finalidad".
Una opinión que, evidentemente, no comparte el conseller de Turismo del Govern, Iago Negueruela, para quién la eliminación de esta bolsa no hace sino confirmar la hoja de ruta diseñada por la presidenta Francina Armengol y cuya finalidad última no sería otra que la de la reducción de plazas.
"La presidenta del Govern ya había señalado en diversas ocasiones que había que eliminar las plazas que existían en las bolsas porque creíamos que teníamos un número suficiente de plazas turísticas en nuestras islas", ha apuntado en la mañana de este viernes el propio Negueruela.
Un mensaje que según Frontera solo trata de agradar a un determinado electorado, que según defiende la presidenta de la FEHM, las plazas existentes se habían mantenido estables antes incluso de la entrada en vigor de la moratoria. Unas plazas existentes que la propia Frontera lamenta que los particulares y empresarios no pueden intercambiar libremente entre sí. "Todo es limitarlo sin un análisis de verdad, riguroso. Y eso es lo que molesta", ha lamentado la presidenta de los hoteleros. Y es que dichos intercambios están sujetos actualmente a la fórmula del dos por uno, la cual suprime el cincuenta por ciento de las plazas turísticas que pasan de una propiedad a otra.
Una intervención que defienden desde la Administración ante la amenaza de la saturación. Una saturación que, sin embargo, los empresarios achacan a la falta de gestión pública y que, en cualquier caso, podría llegar a poner en riesgo la viabilidad del principal motor económico del archipiélago y la sana convivencia entre turistas y residentes.