Los representantes empresariales del taxi y de los microbuses han firmado la paz. De mutuo acuerdo, hablando y sin la intervención ni del Ajuntament de Palma, ni de la Conselleria de Movilidad ni de AENA, cada uno de ellos ha reconocido el derecho a trabajar del otro y, también, que hay que respetar al 100% la normativa actual. Con ello, los microbuses se centrarán en captar, solamente, los grupos de turistas que no caben en un solo taxi.
"No son piratas sino transportistas que están cometiendo irregularidades, como hay otros muchos que están haciendo. Son empresas de transporte y tener derecho a comer y a tener su mercado pero deben tener claro del punto del que se parte. En estos momentos partíamos de una situación de una captación ilegal y de un problema de orden público molestando al usuario", ha advertido el presidente Asociación Autónomos del Taxi de Mallorca PIMEM, Biel Moragues.
En este sentido, Moragues ha dejado claro que "para seguir adelante con el apoyo, nos comprometemos a que ellos puedan disponer de unos carteles que ofrezcan al usuario la capacidad de contratar transporte para grupos y el usuario se dirija a ese punto de contratación libremente".
Este acuerdo, basado en la mutua confianza y en el dialogo sin enfrentamientos, garantiza, si es que nadie lo rompe, que este verano, al fin, el Aeropuerto de Palma no volverá a ser un campo de batalla entre estos dos sectores fundamentales en el transporte discrecional de viajeros.
"Tenemos que ser realistas y saber de qué lugar partimos. Nos hemos comprometido a poner las cosas como toca y a decirle a los conductores que no deben anunciarse como taxistas, que deben respetar al usuario y no dar una imagen como la que se está dando y que con la violencia no se llega a ningún lugar", ha asegurado el presidente sector empresarial de minibuses de Mallorca, Juan Gorreta.
