La temporada turística ha arrancado aún más potente, si cabe, que la última de antes de la Covid. Un dato lo demuestra: 51.000 trabajadores fijos discontinuos -ligados a la apertura de los hoteles y de la oferta complementaria- han regresado a sus puestos de trabajo. Una cifra nunca antes registrada en las Islas Baleares.
Pero eso no es todo. También Baleares es la comunidad récord en toda España en la creación de empleo. Y ya hay casi 500.000 trabajadores dados de alta en la Seguridad Social, una cifra también excepcional y muy cercana a los topes que se registran ya en pleno verano.
El profesor de Economía Aplicada de la Universitat de les Illes Baleares (UIB), Antoni Alcover, ha afirmado que "estamos en una situación un poco controvertida, los datos del paro son datos un tanto complicados de interpretar, aunque claramente son buenos, son mejores de lo que cabría esperar, en parte también porque la temporada turística empieza pronto".
Sin embargo, en paralelo, lo que nos cuesta la cesta de la compra se ha multiplicado desde la invasión de Rusia a Ucrania. De media, lo que antes nos costaba 100 euros, ahora nos cuesta 125, especialmente los alimentos básicos, con el azúcar, la leche y las harinas un 40% más caras que hace doce meses.
"Efectivamente vemos una situación de mejora económica. El año turísticamente se presenta bueno aunque hay muchos 'peros'", ha advertido Alcover, señalando que "en primer lugar no nos hemos recuperado el PIB en términos reales que teníamos antes de la pandemia, en segundo lugar los salarios no han aumentado con respecto a la inflación y la capacidad de compra está muy por debajo".
En este sentido, Antoni Alcover ha manifestado que "los salarios en España han crecido un 4% en los últimos años, mientras que los precios un 13%. Por lo tanto el poder adquisitivo es menor".
El economista también ha remarcado que "la gente se encuentra que está pagando más impuestos, vivienda más cara, menos poder adquisitivo, tiene que trabajar más o tirar de los ahorros para mantener el mismo nivel de consumo".
Uno de los sectores que más padeció el parón provocado por la Covid, la falta de suministros y la incertidumbre del retorno a la normalidad fue el del automóvil, con caídas de ventas nunca antes registradas.
Sin embargo, también para este sector ha retornado el optimismo. En lo que va de 2023, las cifras se han acelerado, con más de 100.000 coches vendidos desde enero en España, un 40% de ellos ya híbridos o eléctricos completos.
"Es verdad que el número de matriculaciones se ha recuperado pero veníamos de unas cifras muy muy bajas y de una situación en la que las entregas de coche se estaban atrasando y ahora estamos en un proceso de normalización", ha manifestado el profesor de Economía Aplicada de la UIB.
Asimismo, Alcover ha afirmado que "mientras vemos que el sector turístico se recupera y que va a alcanzar niveles prepandemia, vemos que el sector de la construcción lentamente se recupera, pero que el sector comercial tiene problemas para seguir y el sector agrícola renquea. El conjunto de la economía tira pero desequilibradamente".
¿Hay crisis o no hay crisis? ¿Seguiremos en las buenas cifras globales del arranque de la temporada o esta evolución frenará? ¿Hay nubes en el horizonte?
"Por ahora va bien, seguimos recibiendo Fondos Europeos, pero hay que pensar que España todavía está en un proceso de recuperación al igual que Baleares sigue recuperándose", ha indicado el experto, añadiendo que "todavía no crecemos por encima del PIB anterior a la pandemia y todavía seguimos teniendo problemas de empleo".
En esta misma línea, Antoni Alcover ha explicado que "tenemos un gran problema con la incorporación de los jóvenes y una falta de encuadre entre la oferta y la demanda: muchos empresarios buscando trabajadores y muchos empleados buscando un trabajo".
Después de un año de guerra en Ucrania, una vez consolidado que los combates serán largos y que el frente se ha estabilizado, y que Europa y el mundo occidental se han blindado contra las incertidumbres provocadas por la agresión de Putin, la economía recupera su pulso. De hecho, el Banco Central Europeo intenta frenar la euforia subiendo los tipos de interés para congelar el consumo.
Una situación que nos afecta a la hora de comprar casas, alquilarlas y llenar la cesta de la compra, pero que, según vemos con los datos objetivos, no nos quitan las ganas de viajar y disfrutar de las vacaciones.
Tras este análisis, hemos salido a la calle para preguntar a la ciudadanía si dadas estas cifras macroeconómicas, considera que la economía va bien. Diversidad de opiniones entre los encuestados.
