Un mensaje de audio en un grupo de WhatsApp de padres del colegio desató un rumor que ha mantenido en vilo a todo el pueblo durante las últimas horas.
Y es que a eso de las dos y media de la tarde, tras la maniobra marcha atrás de una furgoneta, dos menores de diez años se habrían quedado encajonados entre el vehículo y la pared de un edificio cercano al centro de Salud del municipio. El miedo les habría hecho huir a la carrera del lugar, relatando a sus padres cómo habían escapado de un supuesto intento de secuestro.
Los padres de uno de los menores interpusieron inmediatamente una denuncia ante la Policía Local, quien trasladó el caso al cuartel de la Guardia Civil en Inca. Acto seguido, agentes de la Benemérita iniciaron la investigación. Una investigación en que no habrían encontrado evidencias de que nos encontremos ante un supuesto intento de secuestro de menores, apostando más bien a que se trataría de una error en la percepción de los menores que habría dado lugar a esta falsa alarma.
Un ejemplo, en esta ocasión con final feliz, que demuestra una vez más el poder que tienen las redes sociales a la hora de actuar como altavoz de informaciones que en más de una ocasión no dejan de ser un rumor.