El indicador se situó por debajo de los valores medios registrados antes de la pandemia; de enero a diciembre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad tuvieron conocimiento de 75.942 infracciones penales, un 2,2% menos que en 2019, que fue el último año previo a la Covid-19. Cabe recordar que, en términos generales, las restricciones de movilidad derivadas de la pandemia favorecieron una reducción notable de los delitos y faltas en 2020 y 2021. Así, en 2022 la criminalidad aumentó un 24,5% con respecto al año anterior.
Por otra parte, durante este período la tasa de detenidos e investigados se mantuvo por encima de los niveles prepandemia, con 219 personas por cada mil infracciones penales, y casi 4 de cada 10 casos fueron esclarecidos. Desde 2019 se ha reducido un 2,6% la criminalidad convencional, mientras que crece la cibercriminalidad; en el último ejercicio se denunciaron 8.604 delitos informáticos, en su mayoría estafas. En respuesta a este fenómeno, el Ministerio del Interior ha aprobado un plan estratégico de lucha contra los ciberdelitos así como un plan de sensibilización ciudadana y de alerta en el uso de las tecnologías de comunicación.
Por lo demás, los hurtos siguen figurando entre los tipos de delito más frecuente, con 24.462 casos en 2022, frente a los más de 26.500 que se cometieron tres años atrás. La estadística refleja un descenso de los homicidios dolosos y asesinatos consumados (un 50% menos) y de los robos con fuerza, secuestros y tráfico de drogas. Sí ha crecido el número de casos de delitos de lesiones, un 54% con respecto a 2019, y se han notificado más denuncias por agresión sexual o delitos contra la libertad sexual que antes de la pandemia. Además, las sustracciones en explotaciones agrícolas o ganaderas han registrado el valor mínimo de los últimos cinco años, con 64 intervenciones, muy lejos, por ejemplo, de las 105 de 2020.
En el conjunto de España, la tasa de criminalidad se sitúa en 49 delitos o faltas por cada mil habitantes. Balears encabeza, junto con Catalunya (61) y Madrid (59), las comunidades con mayor incidencia. Les siguen la Comunidad Valenciana (51), y Melilla y Navarra, con medias similares, de unos 50 casos por cada mil habitantes. El archipiélago ha liderado históricamente este indicador, ya que la tasa se calcula sobre la población censada, sin tener en cuenta la existencia de una gran población flotante debido a la condición de destino turístico. De hecho, 2022 ha sido un año de especial afluencia de visitantes a las islas, dado que se trataba del primero libre de restricciones a la movilidad.
Por islas, esta tasa acumulada de los doce últimos meses es de 64 delitos o faltas por cada mil habitantes en Mallorca; de 79 en Eivissa; de 42 en Menorca y de 55 en Formentera.
En Palma la tasa de criminalidad es de 83 casos por cada mil habitantes. De entre los municipios de más de 20.000 habitantes, otras localidades que superan la media balear de número de delitos por cada mil personas son Alcúdia, Calvià, Eivissa, Sant Antoni de Portmany y Sant Josep de sa Talaia. Sin embargo, en la mayoría de los casos, los indicadores de criminalidad de 2022 están por debajo de las cifras registradas en 2019, antes de la pandemia.