La espiral alcista del precio de la cesta de la compra parece no tener fin. Los alimentos y las bebidas no alcohólicas han subido hasta el 15’8% en febrero en Baleares. El azúcar cuesta casi un 42% más que hace un año, la leche es un 31% más cara y el aceite ha incrementado su precio en un 27%. Las legumbres, las hortalizas frescas y los cereales también han subido un 20%.
Pero añadir al carrito de la compra otros productos como los preparados alimentícios, agua, refrescos o café también suponen un aumento en la cesta de la compra del 17%. Asimismo, la carne de porcino, de ave, el pescado fresco y congelado o las patatas han experimentado subidas de más de dos dígitos. El pan sube un 9’5% y la fruta hasta más de un 7%.
Según el Instituto Nacional de Estadística los precios en febrero que más se han encarecido son los de los alimentos frescos. Además, en Baleares el alcohol y el tabaco han subido un 10%, al igual que los precios de hoteles, restaurantes y cafés en los que pagamos un 8% más que hace un año. Además, el ocio, la cultura, el vestido, calzado y las medicinas tampoco escapan de la subida inflacionista. Únicamente las energías, como el agua o la calefacción han descendido un 7´3%.
Con estos precios, cabe destacar que la inflación subyacente, es decir, aquella que no contempla los alimentos no elaborados y las energías, se sitúa en Baleares en el 8%, por encima de la media nacional que es del 7’6%, la tasa más alta desde 1986.
Una subida en los precios de los productos básicos de la compra que notan, y mucho, los vecinos del archipiélago.