La cesta de la compra sigue por las nubes. Los precios de los productos básicos no dejan de subir y llegar a final de mes sigue siendo una proeza. Por eso, en Francia, el Gobierno y los supermercados han pactado contener algunos precios.
A grandes problemas, soluciones imaginativas. El Gobierno de Francia y las empresas de los hipers y de los supermercados han pactado una contención voluntaria de los precios de determinados alimentos y productos de consumo prioritario. Una medida similar, aunque no del todo igual, a la propuesta en su día por la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, para España.
La diferencia entre Francia y aquí es que allí la rebaja de precios será voluntaria y en nuestro país se quería imponer por decreto ley. Por eso, el Partido Socialista siempre estuvo en contra.
La realidad española, sin embargo, es que la rebaja del IVA del 4 al cero por ciento de los alimentos básicos ha tenido poco recorrido positivo. Según los datos aportados por la organización de consumidores Facua, este pasado mes de febrero, uno de cada cuatro alimentos rebajados de IVA no tan solo no ha bajado de precio sino que, incluso, han subido.
Como ejemplo, el azúcar es ahora un 24% más caro que antes de la rebaja del IVA, el precio del aceite de oliva ha subido el 25% y la leche en un 28%. También se han encarecido las carnes de cerdo y pollo y los huevos.
Recordar que la medida española de bajar el IVA tiene un plazo limitado de solamente seis meses como máximo y que, a día de hoy, el Gobierno de España no ha abierto ningún expediente sancionador por subidas descontroladas de los precios de los productos beneficiados de esta medida de ahorro. Un ahorro que no llega a los consumidores, como es evidente al salir de los supermercados y tras pagar la compra en los cajeros.
A tenor de la medida francesa para asegurar el acceso a productos alimentarios básicos, hemos salido a la calle a preguntar a los ciudadanos a qué alimentos pondrían tope. La respuesta ha sido casi unánime: pan, leche, verduras y algunas carnes.
