La artista con esta proyección háptica, elaborada junto al equipo de investigadores de la Escuela Universitaria ADEMA en el Grado en Bellas Artes, invita al espectador a sentir más allá de la imagen, con la ayuda de elementos y herramientas digitales de última generación.
La obra "Matar a la artista" nace como una obra disruptiva en el mundo artístico actual, abriendo un espacio único, emulando el mundo físico y despertando la curiosidad, en el que numerosos cuerpos de Amparo Sard en 3D corren al encuentro del espectador quién está a la espera para destruirlos.
El activismo social con el que está comprometida la artista, toma el protagonismo a través de una huida en blanco y negro que refleja su lucha contra las desigualdades sociales que le crean tensión como la valoración y el techo del cristal de la mujer en el entorno laboral, también en el mundo del arte; las catástrofes medioambientales, la inmigración... enriqueciendo la experiencia del espectador, aportando sensaciones más allá de la visión y el oído y creando un mayor realismo con una comunicación táctil entre el ser humano y el brazo háptico.
Según ha explicado la artista, Amparo Sard, "hoy en día los materiales y sus reacciones son especialmente relevantes a la hora de entender una obra de arte, logrando transmitir casi más que las imágenes con una narrativa que ayuda a aportar la metáfora o poética necesaria para llegar a sentir lo que desea el artista".
Amparo Sard explica también que su obra siempre gira en conseguir una toma de conciencia sobre la forma en que han evolucionado nuestras reacciones sociales y medioambientales en ese espacio -nuestro propio entorno, nuestro propio contexto- donde la realidad, la ficción, la verdad y la posverdad se confunden en una deriva insondable. Como denuncia ante la insensibilidad de la sociedad ante temas muy preocupantes".
En la exposición también se pueden ver sus papeles perforado de pequeño y gran formato, la escultura de aluminio "Salvavidas", obras en resina "Changing materia" y el plástico reciclado como "Diluted self portrait". De estética impecable, sus obras buscan perturbar al espectador, provocando la contemplación y conectando con las emociones más profundas.