La situación económica sigue sin dar un respiro a las familias del archipiélago. Tras unos meses con la inflación contenida, y pese a la supresión del IVA en algunos productos básicos, la cesta de la compra ha experimentado un nuevo repunte durante el mes de enero.
Un escenario en el que el precio de los carburantes vuelve a tener, desgraciadamente, un papel protagonista. Y es que desde la supresión de bonificación estatal, el pasado 31 de diciembre, llenar el depósito de combustible es cada semana un poco más caro.
Con el precio de los alimentos y el carburante en ascenso, el coste de las hipotecas podría también volver a incrementarse. De hecho, este jueves, el Banco Central Europeo podría volver a decretar una nueva subida de 50 puntos básicos, situando el tipo de interés en un 3 por ciento.
Como remate final, el intenso frío registrado durante las últimas semanas ha disparado el consumo energético en los hogares. Una demanda que ha coincidido, a modo de consuelo, con unas semanas con el precio de la electricidad más bajo de los últimos tiempos.
Facturas y pagos que se acumulan en los hogares. Unos hogares instalados en un cuesta de enero permanente donde la pendiente se vuelve cada vez más empinada.