Los hoteleros de las Islas son prudentemente optimistas de cara a la próxima temporada turística. A pesar de que se está viviendo una crisis económica mundial, los buenos números con los que cerraron 2022 y la previsión de reservas para los meses de febrero, marzo y abril, hacen prever que 2023 será una buena temporada para el sector. Estas sensaciones las han compartido en el marco de la feria turística Fitur.
A pesar de que la incertidumbre por el contexto geopolítico planea sobre todos ellos, y los sobrecostes energéticos son una realidad, el hecho de que se haya impuesto la tendencia de menos pernoctaciones pero de mayor calidad la pasada temporada, hacen ver el horizonte con esperanza.
En todo ello, juega un papel fundamental el turista nacional, que fue un pilar sobre el que se sostuvo la economía de las Islas en la última campaña. Es por ello, que consolidar este mercado ha sido uno de los objetivos que se ha fijado el archipiélago en su participación en la feria.
Otra vía de ingresos que pretenden explotar los hoteleros es la de la oferta de congresos y reuniones de negocios, conocidos en el sector como MICE, que permitiría mantener una oferta y demanda más estables.
Con todo ello, los hoteleros de Baleares, pretenden recuperar el nivel de actividad y la rentabilidad de sus hoteles de antes de la pandemia.