Unas fiestas para todos los públicos y para que los ciudadanos se lo pasen bien. Tras dos años de pandemia, de restricciones y de mucha austeridad, vuelven las fiestas de Sant Sebastià para llenar Palma de alegría. Del 14 al 29 de enero vuelve el color, los foguerons y las actividades para todos los gustos.
Salir a la calle tras dos años de pandemia para pasarlo bien y disfrutar de la vida. Así ha resumido el alcalde de Palma la apuesta del Ayuntamiento para el primer año de fiestas tras las restricciones.
Con un presupuesto que se ha incrementado más de 200.000 euros, hasta 1.100.000 euros, se han organizado 15 días de actividades, conciertos y foguerons.
El alcalde de Palma, José Hila, ha asegurado que "no hemos tenido fiestas sin restricciones desde hace más de dos años, por lo que está será una fiesta en mayúsculas", añadiendo que "Palma debe tener una fiestas con todo lo que su presupuesto debe suponer, por lo que iremos incrementando el presupuesto para Sant Sebastià".
Uno de los grandes reclamos de estas fiestas para la ciudadanía son los conciertos gratuitos en diferentes puntos de Palma. Este año, a parte de tres grupos locales, ganadores del Concurso Pop Rock, la Revetla contará con las actuaciones de Amaia, Zahara y La Love You. Para cerrar el cartel de conciertos, el consistorio ha apostado por Antònia Font que, en previsión de la elevada afluencia de público ha cambiado su ubicación.
"Debido a la envergadura que ha cogido el anuncio del concierto de Antònia Font, finalmente se realizará en Son Fusteret ya que nos permite ampliar el aforo a unas 18.000 personas", ha afirmado la regidora de Participación Ciudadana, Clàudia Costa.
Con todo ello y con más de 35 actividades dirigidas a todos los públicos, las fiestas de Sant Sebastià de Palma volverán a ser la fiesta grande del patrón de la ciudad.
Y sobre la polémica suscitada por la contratación del grupo Antònia Font para el concierto de clausura de las fiestas de Sant Sebastià, el Ayuntamiento de Palma ha querido zanjar el asunto afirmando que el objetivo de estas celebraciones no es crear crispación, sino pasarlo bien y aportar una buena oferta cultural a los ciudadanos, tras dos años de distanciamiento social.