"Soy consciente de que, evidentemente cuando se cambia una metodología de enseñanza y aprendizaje y hay nuevos criterios de evaluación, se genera ansiedad, problemas y a veces es por falta de comunicación adecuada", ha indicado March.
Y es que la nueva ley educativa ha traído consigo unos nuevos criterios para evaluar a los alumnos que se aplica en los cursos impares de Primaria y Secundaria. Ahora, ya no son números, sino un semáforo de colores. Un cambio que ha generado confusión y desconcierto entre las familias.
"La nueva forma de evaluación no supone un cambio revolucionario, simplemente es un cambio formal, y en definitiva, lo que debe hacer el profesorado o el tutor a las familias es explicar el semáforo y dar contenido a este semáforo", ha destacado el conseller, añadiendo que "tanto las familias como los alumnos deben conocer si está mejorando o qué problemas tiene".
Precisamente, la Conselleria de Educación está manteniendo reuniones con los equipos directivos de los centros para analizar como ha funcionado esta primera evaluación. ·"Es el momento de evaluar de lo que se ha hecho en este primer trimestre", ha señalado March, añadiendo que "nos estamos reuniendo con el equipo directivo de distintos centros para ver cómo valoran la aplicación de la LOMLOE y qué propuestas de mejora plantean para que las familias tengan claro que pasa con sus hijos y si hay que hacer cambios, se harán".
Con todo, el conseller Martí March ha reconocido que adaptarse a los cambios normativos de la LOMLOE lleva su tiempo y que desde el Govern eran partidarios de que su aplicación hubiera sido de forma paulatina, poniéndose en marcha en Infantil y Primaria y esperar al próximo curso para Secundaria y Bachillerato.