Durante las próximas dos semanas está previsto desplazar todos los carriles de circulación, cuatro en total, dos para cada sentido, a la calzada más próxima al mar.
Será entonces, a principios del mes de febrero, cuando empiece a llegar al Paseo Marítimo la maquinaria pesada que será la encargada de ejecutar el plan diseñado por la Autoridad Portuaria de Baleares en colaboración con el Ayuntamiento de Palma.
En una primera fase, que finalizará este próximo mes de noviembre, las obras se centrarán en la acera más próxima a los edificios. Se ampliará su anchura y se reordenarán las terrazas de los bares y restaurantes, mejorando el arbolado y la iluminación de la zona.
Será después, en una segunda fase, cuando empezarán los trabajos en la mediana, que separará ya los carriles de circulación en diferente sentido. Se duplicará también el número de pasos de cebra para los peatones y se empezará a vislumbrar ese bosque lineal diseñado por los arquitectos.
Ya, en la tercera y última fase, se trabajará en la acera más próxima al mar, ampliándola y alargando un carril bici que pasará de 1,7 a 3'5 kilómetros de longitud.
Será también en este momento, cercano al verano de 2024, cuando se eliminará el puente de Paraires, lo que propiciará la creación de dos nuevas entradas a la estación marítima de Palma.
Queda en el aire, de momento, el derribo del puente peatonal que une una conocida discoteca con la acera de los edificios. Una discoteca que también será derribada, al igual que el puente, pero que al estar el procedimiento de expropiación todavía en marcha, se desconoce la fecha definitiva.