Las bodegas y viticultores adscritos a Vi de la Terra Mallorca cuelgan estos días en sus instalaciones las placas identificativas con el logo de la IGP, un sello que no solo los identifica como bodegas adscritas a Vi de la Terra Mallorca sino que favorece la promoción y la fácil identificación de los vinos que elaboran.
Ramón Servalls, de Macià Batle, comenta que "el hecho de poder tener estas placas identificativas en nuestra bodega nos hace mucha ilusión, porque nos permite que la gente vea directamente donde va destinada la uva de nuestras viñas y que además ayuda a valorar nuestro territorio. Para Pere Crespí, del Microceller Son Crespí, valora de manera muy positiva la llegada de estas placas identificativas porque "no tan solo nos otorga más visibilidad y nos une como sector, sino que nos da este sentimiento de pertenencia que nos hace sentir apoyados".
Por su parte, la gerente de Vi de la Terra Mallorca, Marina Vera, asegura que esta decisión del Consejo Regulador tenía como objetivo "unificar en el ámbito promocional a todas las bodegas adscritas a la IGP para así, darles más entidad. Tenemos muy claro que debemos de dar más visibilidad al sector viticultor".
Este sello o placa identificativa se puede encontrar, no solo en la fachada de las bodegas, también en los mismo viñedos. Una señalización con los colores característicos de la IGP y en la cual también se puede leer el nombre de Vi de la Terra Mallorca.