Nueve años después de iniciarse el procedimiento, el ‘caso Cursach’ se encuentra en pleno proceso de descomposición. Si el pasado viernes era la Fiscalía la que retiraba todas sus acusaciones al considerar que no existía prueba de cargo suficiente, este lunes ha sido el turno de varias de las acusaciones particulares.

Una sesión que ha servido también para escuchar el testimonio de varios agentes de la Policía Nacional encargados de investigar las presuntas irregularidades llevadas a cabo por el juez Manuel Penalva y el fiscal Miguel Ángel Subirán durante el proceso de instrucción.

Una instrucción, han asegurado, donde se hizo un “uso torticero” de la ley procesal para incriminar al conocido empresario de la noche mallorquina, utilizando para ello a determinados testigos como “misiles teledirigidos” contra la figura de Bartolomé Cursach.

Denuncias, han señalado los propios agentes, que no se apoyaban en nada objetivo ni en pruebas que todavía estamos esperando, han puntualizado.

Un escenario que cuestiona todo el proceso judicial iniciado en 2013 y cuyo desenlace podría precipitarse para los 24 acusados que se sentaron en un primer momento en el banquillo y que ven cómo poco a poco se retiran las acusaciones que pesaban sobre ellos.