El establecimiento corre serio peligro, ya que, según marca la Ley de Costas, debe ser derribado.
A las 12 de la mañana, se han acercado hasta El Bungalow clientes, amigos y familias enteras para brindar su apoyo a la continuidad de este emblemático establecimiento.
Todos, visiblemente emocionados, indignados y profundamente afectados por el cada vez más cercano derribo del lugar se han congregado allí para demostrar que El Bungalow “es mucho más que un restaurante”.
Durante la concentración, los vecinos han rodeado el lugar formando una cadena humana, símbolo de unión y protección.
Entre vítores y aplausos aparecía Maleni Bonet, propietaria del restaurante, quien reivindicaba que El Bungalow es una casa del siglo XIX que "ha vivido muchas vidas" y que es "lo más antiguo del barrio". "El Bungalow es la casa que mi abuelo le compró a mi abuela y desde hace 40 años se convirtió en un restaurante", ha dicho Bonet.
Sobre el escenario, la propietaria manifestaba que es un negocio familiar en el que han trabajado cuatro generaciones de mujeres, en el que el personal se ha convertido en una gran familia, que realizan su servicio sin hacer daño a nadie, reciclando y limpiando la playa a su alrededor.
"Somos un ejemplo de negocio integrado en la costa, no tienen que eliminarnos, nos tienen que tomar como ejemplo, porque es así como queremos los mallorquines vivir la costa", afirmaba ante los vecinos.
Esta Ley de Costas se debería poner de acuerdo consigo misma, porque parece ser que se aplica solo donde interesa. En Port de Pollença se han construido seis casetas de obra junto a los amarres para negocios que encima explotan con la oposición frontal de la mayor parte de vecinos de eu moll, y no parece que allí dicha Ley afecte a su demolición, todo lo contrario, se han construido como obra nueva, al igual que infinidad de hoteles en nuestras costas, como el Blau Portopetro, otro caso digno de estudio por su ubicación, y así infinidad de casos a los que debería aplicarse el mismo rasero.
Esta Ley de Costas se debería poner de acuerdo con sí misma, porque parece ser que se aplica solo donde interesa. En Port de Pollença se han construido seis casetas de obra junto a los amarres para negocios que encima explotan con la oposición frontal de la mayor parte de vecinos de eu moll, y no parece que allí dicha Ley afecte a su demolición, todo lo contrario, se han construido como obra nueva, al igual que infinidad de hoteles en nuestras costas, como el Blau Portopetro, otro caso digno de estudio por su ubicación, y así infinidad de casos a los que debería aplicarse el mismo rasero.