El estudio se ha realizado analizando el perfil de las 990 emprendedoras que han sido asesoradas desde 2020, año en el que se puso en marcha este programa de asesoramiento empresarial con el objetivo de ayudar a las mujeres que, a raíz del Covid, quedaron sin trabajo.
Catalina Barceló, la responsable del programa Dona Impuls, ha explicado, en la presentación del estudio, que el perfil de la emprendedora, según los datos analizados, es: española, de 45 años, residente en Palma, con experiencia laboral en el campo en el que quiere emprender. La gran mayoría de ellas, además, tienen en común que emprenden sin necesidad de disponer de un local físico y usan, todas ellas, las herramientas digitales para darle difusión a su proyecto.
El estudio pone de manifiesto un cambio de paradigma a la hora de emprender. Las mujeres, aunque ponen en marcha proyectos en sectores tradicionales como puedan ser el comercio, la hostelería o el turismo, todas lo hacen desde una mirada diferente e innovadora, poniendo foco en un público muy segmentado y valor en la economía local y sostenible.
En estos tres últimos años analizados, se refleja un cambio en la motivación del emprendimiento. En 2020 las mujeres tenían la necesidad de emprender, pero a medida que se va superando la crisis, los proyectos que se presentan a Dona Impuls son más reposados y reflexionados y, en muchos casos, suponen una reinvención laboral y un cambio de ritmo vital.
El programa Dona Impuls ofrece asesoramiento individualizado durante el tiempo necesario en cada caso para validar la idea de negocio presentada por la mujer. Los consultores de la Cámara de Comercio la analizan y ayudan a redactar profesionalmente tanto el plan de negocio como el plan financiero. Además, se informa y asesora para que puedan solicitar financiación bancaria y presentarse a subvenciones públicas.