Con una gran afluencia de curiosos y compradores, Las Ramblas presentan estos días sus mejores galas de cara a la jornada de mayores ventas para un sector duramente castigado por la pandemia. Una pandemia que permanece como un recuerdo amargo y a la que este año la inflación le ha recogido el testigo como freno a la hora de configurar las compras por parte de unos vecinos que no se olvidan de sus seres queridos cada 1 de noviembre.
La compra de estas flores es el paso previo a una visita al cementerio que, como cada año, presenta su imagen más florida. Un cementerio que estos días presenta un horario de apertura especial, de 08:00 de la mañana a 21:00 de la noche, y por el que desde este pasado fin de semana ya se han acercado miles de personas para visitar las tumbas de familiares y conocidos en una fiesta muy arraigada entre la población del archipiélago.
Una celebración para la que el Ayuntamiento de Palma ha preparado un dispositivo especial para acceder al cementerio. Así, la EMT ha habilitado la línea 66, entre la Vía Sindicato y el polígono de Can Valero, con una frecuencia de 20 minutos.
El silencio, las flores y el recuerdo inundan estos días todos los cementerios del archipiélago, ganándole, de momento, la batalla a los disfraces y las calabazas de un Halloween que lleva años amenazando la celebración de una fiesta que, pese a todo, tiene visos de mantenerse hasta la eternidad.