Con un presupuesto cercano a los 94 millones de euros, se trata del proyecto de obra pública de más envergadura al que se enfrenta actualmente la comunidad autónoma. Una oportunidad en la que los constructores locales solo podrán participar, aseguran, de manera residual.
Y es que a pesar de que el propio Parlament instara al Govern a dividir las obras del nuevo proyecto en seis lotes diferentes y no solo en dos, el Ejecutivo ha optado por no modificar las condiciones originales aduciendo el retraso que estos cambios en los pliegos provocarían en el inicio de las obras. Un argumento que no comparten los constructores, para quienes el principal motivo de este 'NO' por parte de la Administración es una cuestión económica relacionada con la financiación.
Una decisión que excluye a buena parte de las empresas locales, incapaces de afrontar un proyecto de tal envergadura con los recursos propios de los que disponen.
El proyecto, redactado por los arquitectos Maria Nicolau y Rafael de la Hoz, prevé la construcción de hasta cuatro edificios diferentes en este solar de 32.000 metros cuadrados. Un espacio que incluiría dos hospitales, uno de larga y otro de media estancia, un centro de salud y un edificio de consultas externas.
Unos constructores, por cierto, que no descartan paralizar sus actuales trabajos en los proyectos de obra pública si el Govern no actualiza de manera inmediata los precios a los que se licitaron en su momento. Unos precios que hoy califican de inasumibles debido al incremento registrado en los costes de las materias primas.