Autobuses, vehículos de emergencia y seguridad, motos de dos o tres ruedas, taxis y coches con dos o más ocupantes, además de aquellos que lo hagan solos en caso de disponer del distintivo V-15 de discapacidad o el certificado de zero emisiones, son los destinatarios de este nuevo carril.
Un proyecto con el que el Consell pretende reducir un 20% la intensidad del tráfico de un tramo que puede alcanzar picos de hasta 75.000 vehículos diarios.
De hecho, Baleares se convertirá en la quinta provincia, tras Madrid, Sevilla, Málaga y Granada, en disponer de un carril de estas características.
Un carril que estará videovigilado desde el primer momento de su puesta en marcha, el próximo 2 de noviembre, con multas que pueden alcanzar los 200 euros.
Sevillano ha descartado, de momento, poner algún otro carril de estas características en la Vía de Cintura, donde el número de carriles disponibles, solo dos, dificultaría su implantación.
Todo en una comunidad, que según el propio Sevillano, acumula el mayor número de vehículos por habitante de todo el país, rozando el millón de coches en la isla de Mallorca.