La temporada turística en Baleares se da prácticamente por concluida. A la espera de saber los datos definitivos, la sensación es de que se han batido récords respecto a temporadas previas a la pandemia. Tras dos años de restricciones, los turistas han podido, por fin, retomar sus vacaciones lejos de casa, lo que ha propiciado una gran afluencia de visitantes a las Islas.
Ahora, tras un verano de récords la pregunta es si durante el otoño y el invierno se mantendrá esta tendencia. Por una parte el sector se muestra optimista, pero por otra son muy conscientes de que los factores externos jugarán un papel fundamental. La guerra de Ucrania y la inflación generalizada pueden ser decisivos a la hora de que los posibles turistas decidan quedarse en casa.
Para seguir con esas buenas cifras, el sector debe mantenerse muy atento a las necesidades de sus clientes. Especialización y personalización de los paquetes turísticos, desarrollo del turismo experiencial y sostenibilidad en el sector son los tres pilares básicos para cosechar el éxito.
Un esfuerzo que está realizando la empresa privada, que le permitirá sobreponerse a una de las situaciones políticas y económicas más complicadas que nos ha tocado vivir en las últimas décadas.