La uniformidad en el trabajo es una opción cada vez más elegida por las empresas para sus trabajadores. Al hecho de que muchos convenios laborales obligan a facilitar la ropa y el equipamiento de trabajo necesarios para poder desempeñar la actividad laboral, se suma que un trabajador uniformado ejerce una labor de marketing positiva para la empresa. Es por ello, que en el último año, tras la pandemia, la venta de uniformes se ha disparado. Expertos en distribución de uniformes han confirmado esta tendencia.
En cuanto a las prendas más demandadas, la ropa sigue siendo lo más solicitado. Ahora bien, desde que se declaró la pandemia, los equipos de protección individual han ganado protagonismo.
La fuerte demanda de productos de uniforme que simulen prendas no uniformadas ha obligado, incluso, a las empresas a adaptarse a los nuevos tiempos y a innovar en los productos que ofrecen.
Con uniforme tradicional o siguiendo las nuevas tendencias, lo que sí es seguro que un trabajador con un equipamiento adecuado a su labor rendirá de foma más segura, higiénica y representará mejor a su empresa.