Baleares sigue siendo uno de los lugares favoritos para los turistas. Ni la crisis económica, ni la inestabilidad causada por guerra han podido con las ganas de visitar las Islas. Ahora bien, para poder seguir siendo destino puntero, se deben hacer inversiones que hagan la vida cómoda a turistas y residentes.
Enfilando la recta final de la primera temporada turística sin restricciones después de la pandemia de Covid, una temporada que, a priori, se presentaba incierta por la inestabilidad política en Europa y la subida generalizada de precios, pero el sector hace un balance positivo.
Aunque los números han sido favorables, la industria es consciente de los retos a los que se enfrentan. La fuerte competencia obliga a mejorar más allá de la red hotelera, para ello reclaman una mayor inversión en infraestructuras.
Con las reclamaciones sobre la mesa, tan solo queda ponerse manos a la obra para que Baleares afronte la próxima temporada preparada para el éxito
