La iniciativa nace en el marco del proyecto europeo ‘Posbemed 2’, en el cual participa la Conselleria de Medio Ambiente y Territorio del Govern de les Illes Balears, y tiene por objetivo proporcionar una estrategia común a los países del entorno del Mediterráneo para gestionar los sistemas playa-duna de posidonia.
Así, se ha creado una plataforma para que los diferentes actores interesados en las playas del mar Mediterráneo asuman compromisos para promover playas más naturales que respeten el funcionamiento de los ecosistemas costeros y la preservación de los restos de posidonia que llegan a las playas. Se pueden adherir tanto gestores de playas, como educadores, sectores económicos, científicos, ONG, asociaciones o usuarios de las playas en general.
El conseller insular de Medio Ambiente y Reserva de Biosfera, Josep Juaneda, ha alentado en los diferentes ayuntamientos de Menorca que también se adhieran a la iniciativa, puesto que la gestión actual de nuestras playas es fruto del trabajo conjunto entre los mismos ayuntamientos y el Consell Insular, con el establecimiento del servicio mancomunado de limpieza de playas, ya hace cerca de dos décadas.
La posidonia es una planta fundamental para los ecosistemas costeros del mar Mediterráneo. Las praderías submarinas son refugio de una gran biodiversidad, actúan como fábrica de arena, protegen la línea de costa de la erosión y contribuyen a mitigar el cambio climático con la absorción y almacenamiento de carbono.
Las hojas muertas, cuando llegan a la acera con las corrientes y las oleadas, también son de gran importancia, puesto que protegen las playas de los temporales y aportan materia orgánica a la vegetación dunar. Por todo esto, esta planta cuenta con un elevado grado de protección, tanto a nivel europeo, como nacional y autonómico.
Conscientes de esta importancia, y en línea con la figura de la Reserva de Biosfera, Menorca ha estado pionera en la gestión de playas desde el año 2000. Se cuenta con un sistema de clasificación de las playas en función de si se trata de playas urbanas (tipos A), naturales con acceso (tipo B) o naturales (tipos C), mediante el cual se logra un equilibrio entre las actividades económicas y su conservación.
De este modo, tan solo se permite la retirada de posidonia durante la temporada turística en las playas urbanas y en algunas playas naturales con acceso de manera puntual: en total 28 playas de las 130 que hay en la isla. Además, se mantienen los restos de esta planta dentro del sistema de la playa, para poder ser devueltas a la primera línea durante el otoño y proteger la playa de los temporales.
En los casos que se tiene que proceder a la retirada o traslado de los restos de posidonia, se sigue una metodología muy respetuosa, que actualmente viene determinada por el también pionero Decreto posidonia (Decreto 25/2018 de 27 de julio) y que afecta en todas las Islas Baleares.
Por todo esto, Menorca no puede hacer otra cosa que apoyar a estas iniciativas y animar que todas las entidades y personas que estiman las playas naturales porque se adhieran.
