El martes les contábamos cómo el Gobierno central ha ido aprobando diferentes medidas en relación al precio de los carburantes, los costes energéticos o el gas para hacer frente a la situación económica actual que está viviendo nuestro país en plena crisis de la inflación. Y que, a todo esto, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, había propuesto establecer una cesta de la compra con tope al precio de los productos básicos como el pan, la leche, los huevos o la fruta.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la titular de Trabajo fue preguntada sobre su propuesta de topar el precio de los alimentos hasta en tres ocasiones y afirmó que el Gobierno está estudiando un acuerdo entre las asociaciones de consumidores y la gran distribución. Sin embargo, la propuesta de Díaz, debe analizarse con todo detalle y tener en cuenta los pros y los contras de esta medida, puesto que, si no se lleva a cabo correctamente, puede ser el fin para el sector primario.
"Sobre todo para el sector ganadero, está al límite", ha reconocido Jaume Pocoví de Unió de Pagesos de Mallorca., añadiendo que "no sé si los intermediarios o las grandes superficies pueden ajustar sus márgenes pero en nuestro caso lo que hay es una verdadera sangría de granjas que están cayendo porque no pueden soportar los precios que se están manejando. No tenemos margen, pronto comer carne será un lujo".
En este sentido, Pocoví ha lamentado que "no podemos soportar la subida de los costes de producción y de la energía. Los costes energéticos están disparados y eso repercute en todo. Si nos ponen un tope en los precios, estamos destinados a desaparecer".
La única opción viable a la que pueden acogerse los payeses y todo el sector es que el Gobierno estudie ayudas y subvenciones para que así, sea viable para todos. "Si nos quieren poner el precio a lo que vendemos, nos deben regular lo que debemos comprar, esto es la energía y la materia prima".
Díaz ha insistido en que los gobiernos tienen que buscar soluciones en un escenario en el que se ha registrado un incremento de precios, según la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos, en las patatas, en las naranjas o en las lechugas entre un 500% y por encima del 800%.