En un escenario de escalada de precios prolongada, el Gobierno central ha aprobado diferentes medidas como una bonificación en el precio de los carburantes con una rebaja de 0,20 euros por litro de combustible repostado, la prorrogación de las rebajas fiscales de la factura eléctrica o la denominada excepción ibérica que topa el precio máximo del gas.
Ahora, la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, ha puesto sobre la mesa plantear a consumidores y distribuidoras de alimentación que se pacte una cesta de la compra básica con unos 20 o 30 productos de primera necesidad con precios máximos fijados. Todo, para topar los precios en plena crisis de la inflación.
La medida que plantea la titular de Trabajo y que ya hace más de una década el entonces presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, ya la propuso en su país, puede ser adecuada si el objetivo final es ayudar a que la gente pueda tener una dieta básica adecuada y evitar tener a más gente en la pobreza, así lo señala el presidente del Mercat de l’Olivar, Jaume Aguiló.
Pero la propuesta de Díaz no ha gustado mucho. La portavoz del Gobierno y ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, ha respondido a la propuesta de Díaz afirmando que estamos en un mercado libre y que las medidas del Gobierno para combatir la inflación van en otra dirección, aunque espera ver lo que está planteado.
Tampoco ha agradado al ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, quien se ha mantenido en contra de esta medida. En cuanto a las patronales de los supermercados y a las empresas que se dedican al sector de la distribución admiten que la subida del aceite, el pan, la leche o los huevos es un problema grave y consideran que sería más pertinente una medida como reducir el IVA de estos productos.