El Teléfono de la Esperanza ha atendido en Baleares 2.474 personas en el primer semestre del año. Aumentan las llamadas de temática suicida y crece el número de adolescentes y jóvenes que contactan con la entidad.
El perfil de la persona que llama al Teléfono de la Esperanza es un adulto, generalmente mujer, de entre 35 y 65 años, que vive solo, no tiene pareja y sufre soledad, depresión o ansiedad.
Sin embargo, en estos primeros seis meses del año, desde el Teléfono de la Esperanza han notado un incremento de llamadas con tendencia suicida pidiendo ayuda.
Asimismo, la entidad también ha notado tras la pandemia un aumento de llamadas de adolescentes y jóvenes de entre 16 y 25 años. Contactan a través de redes sociales y lo hacen preocupados especialmente por temas como un embarazo, problemas con las drogas o violencia.
Por otro lado, llama la atención que además de víctimas de violencia de género, también marcan el número del Teléfono de la Esperanza algunos maltratadores pidiendo orientación.
El suicidio sigue siendo una de las principales causas de mortalidad en España. Por ello, desde el Teléfono de la Esperanza de Baleares reclaman la creación de un Plan Nacional de Prevención de la Conducta Suicida, así como también una mejora de la Atención Primaria en materia de salud mental.