Este Decreto, que se ha dado a conocer esta semana y que previsiblemente entrará en vigor a principios del año que viene, nace de la necesidad de protección al consumidor. Con él se pretende regular los requisitos para ejercer la actividad de agente inmobiliario, así como las obligaciones que tiene que cumplir en el ejercicio de su actividad y se crea un registro de agentes inmobiliarios. Referente a la publicidad de las inmobiliarias deberá siempre mostrar su número de registro en dicha publicidad de lo contrario, se considerará actividad clandestina, oferta ilegal, intrusismo y competencia desleal. Este registro y la Declaración Responsable de Inicio de Actividades dará garantías al consumidor sobre la calificación profesional del agente, es una demanda histórica del sector ya que garantizará la capacitación de los profesionales y que podrán solicitar los consumidores.
Las bases en las que se va a apoyar el decreto van a favorecer la transparencia en el sector de la vivienda y van a garantizar la protección de los consumidores. Desde ABINI están "muy satisfechos porque dar el pistoletazo de salida a este decreto pone de manifiesto el interés del Govern en poner coto a las prácticas fraudulentas y porque se demuestra la importancia del trabajo conjunto llevado a cabo entre las diferentes asociaciones y el Govern a través de la dirección general de Vivienda".
Durante el pasado año en Baleares se realizaron alrededor de 17.500 operaciones inmobiliarias y tuvo una repercusión económica de 6,6 millones de Euros. “Datos que son muy relevantes para que se tomen en cuenta por ello, desde nuestra asociación, creemos que era necesario sentar estas bases. En estos momentos estamos en la fase inicial, de información pública y, después del plazo de alegaciones, esperamos que el decreto pueda aprobarse a finales de este año o durante las primeras semanas de 2023”, ha manifestado Lenz.
Entre las novedades que recoge el borrador se regula la obligatoriedad de contratar un seguro de responsabilidad civil por parte de los agentes de la propiedad inmobiliaria. Este seguro cubrirá los daños y perjuicios que se puedan producir en el ejercicio de la actividad. El capital mínimo por asegurar será de 100.000 € por siniestro y 600.000 € por año.
Para inscribirse en el Registro de agentes inmobiliarios se deberá estar en posesión de una titulación universitaria en ciencias sociales y jurídicas, ingeniería o arquitectura; una formación no universitaria de, al menos, 200 horas lectivas relacionadas con servicios de mediación, asesoramiento y gestión, o tener experiencia demostrable en la prestación de servicios inmobiliarios de un mínimo de cuatro años inmediatamente anteriores a la fecha de presentación de la solicitud.
“Uno de los motivos por los que nació ABINI fue precisamente para apoyar la regulación de la profesión. Hoy, dos años después y gracias a la colaboración de todos los sectores implicados; asociaciones y Govern Balear, a través de la Conselleria de Vivienda, podemos sentirnos orgullosos del trabajo realizado hasta ahora. Promover normas de conducta que mejoren la credibilidad del agente inmobiliario y den garantía de seguridad y confianza al consumidor es un triunfo de todos los que llevamos años trabajando por poner en valor la figura del agente inmobiliario”, ha enfatizado Lenz.