¿Entregará o no entregará el Consell de Mallorca 700.000 euros al Real Mallorca Sociedad Anónima Deportiva a cambio de bautizar el estadio de Son Moix? ¿El Govern balear y el Ajuntament de Palma también vivirán una crisis política similar a la del Consell? Recordar que cada una de estas dos instituciones deben aportar al Mallorca 750.000 euros para sumar los prometidos un millón 800.000.
¿Este dinero público, como exige MÉS per Mallorca, se repartirá entre todos los clubes deportivos de la isla? ¿Podrán otros clubes -como el Atlético Baleares, el FIBWI Palma de baloncesto o el Palma Futsal- también pedir subvenciones similares?¿Se mantendrá la denominación de Visit Mallorca Estadi a Son Moix o se cambiará por alguna otra? Y, si es así, ¿cuál va a ser?
La promesa de los tres partidos del Pacte del Consell de aumentar las ayudas al deporte base y a la promoción turística basada en la cultura, ¿cómo se van a sustanciar? Estas y otras muchas son las incógnitas que aún están sin responder desde el pasado jueves, cuando después de diez horas de intensas negociaciones, los partidos PSIB, MÉS per Mallorca y Unidas-Podemos decidieron comparecer ante la prensa para informar que los desacuerdos sobre la subvención de la institución al Real Club Deportivo Mallorca Sociedad Anónima Deportiva quedaban, presuntamente, solucionados y zanjados.
La voluntad política de pasar página, seguir gobernando juntos y afrontar las inminentes elecciones locales, en mayo de 2023, sin más contratiempos es evidente, pero ahora hay que poner negro sobre blanco las soluciones pactadas y, por ahora, no concretadas.
De hecho, el departamento insular de Turismo, con el conceller Andreu Serra a la cabeza, ya está preparando la propuesta que permitirá aunar todas las exigencias: por un lado, mantener el acuerdo con el Real Mallorca. Por otro, eliminar la apariencia de regalo en mano que denuncia MÉS per Mallorca. Y, también, dar cumplida respuesta a los votantes antiturísticos, principalmente ecosoberanistas y podemitas, que repudian todo lo que es promoción turística con dineros públicos.
La fórmula jurídica para contentar a todos se presenta enormemente complicada. De hecho, hay que comenzar convocando una reunión extraordinaria de la Fundació Mallorca Sostenible para que el PSIB de Catalina Cladera modifique su voto: de apoyar la entrega en mano de 700.000 euros al Real Mallorca a cambio de un nombre a dar un giro de 180 grados y rechazar ahora esta subvención.
También quedan en el aire las explicaciones políticas de esta vuelta atrás de los socialistas en su apoyo al Real Mallorca, conseguida con el voto del Partido Popular.
Y tras toda esta polémica del Visit Mallorca Estadi, hemos salido a la calle para preguntar a la ciudadanía si es partidaria de que las instituciones públicas den ayudas económicas a clubes como el RCD Mallorca. Y al igual que entre el los socios del Pacte, esta decisión también genera división entre la ciudadanía.
Tras acordar que el estadio no se dirá finalmente Visit Mallorca Estadi, otra de las incógnitas que queda por resolver es la nueva nomenclatura que tendrá el estadio municipal. Estas son las propuestas de nuestros ciudadanos…