Los paros de los trabajadores de Ryanair se han saldado, solo en la semana pasada y en España, con 20 cancelaciones y retrasos en 785 vuelos. El aeropuerto más afectado ha sido, precisamente, el de Palma, con 50 vuelos de salida o llegada demorados. Le siguen Málaga, con 26 retrasos, y Barcelona, con 20.
Esta situación se repite en la compañía irlandesa por tercera vez este verano y, según los portavoces sindicales, se prolongará hasta el próximo 7 de enero de 2023, ante la negativa de la aerolínea a negociar un nuevo convenio colectivo.
Concretamente, los sindicatos USO y Sitcpla han convocado a los 1.600 trabajadores pertenecientes a las empresas Ryanair, Crewlink y Workforce a paros de 24 horas de lunes a jueves, que ya han afectado a un millón de pasajeros, 130.000 cada día.
Estas huelgas se producen en un contexto marcado por el caos aeroportuario que están sufriendo durante este verano buena parte de las principales terminales europeas debido a la rápida recuperación de la demanda, los conflictos laborales y la escasez de personal.
A esta situación se suma ahora la compañía española Iberia Express. Sus tripulantes de cabina han convocado paros entre el 28 de agosto y el 6 de septiembre para forzar a la dirección a desbloquear la negociación del convenio colectivo.
Asimismo, los pilotos de EasyJet siguen con sus paros, que se prolongarán mañana viernes, este domingo y desde el próximo sábado, 27 de agosto, y hasta el lunes 29 de agosto.
Las autoridades españolas y las compañías aéreas recomiendan a los pasajeros informarse antes de acudir al aeropuerto, para prevenir largas horas de espera y la saturación de las instalaciones.