Una realidad que según la Plataforma contra los Megacruceros es una "incongruencia", ya que "han llegado muchos menos cruceristas, pero proporcionalmente hay más contaminación e impactos sobre la salud pública".
Así, desde esta Plataforma señalan que "el número de pasajeros está muy lejos de los máximos acordados entre el Govern y la patronal de los cruceros (CLIA), según el cual, pueden llegar hasta un máximo de 8.500 pasajeros diarios en el cómputo semanal". Debido a este descenso en el número de visitantes que llegan a la Bahía de Palma por esta vía, desde la Plataforma exigen al Govern que "revise el acuerdo para adaptar los máximos permitidos a la tendencia a la baja de este tipo de turismo, ya que manteniendo las cifras acordadas, el resultado es que los costes (económicos, medioambientales, sanitarios y sociales) son mucho más altos que los ingresos o supuestos beneficios".
De este modo, representantes del GOB, de la Federació d'Associacions de Veïns i Veïnes de Palma y de Palma XXI, solicitan de nuevo una moratoria al Govern que restrinja la llegada de cruceros a uno solo al día mientras se elaboran los estudios pertinentes para evaluar el impacto ambiental, económico y social real que supone este tipo de turismo en nuestra comunidad.
Desde la Plataforma Sí a los cruceros, por su parte, aseguran que estas menores tasas de ocupación que se registran en los cruceros que llegan a la capital balear se deben a "los estrictos protocolos sanitarios que todavía siguen vigentes en el sector de los cruceros, priorizando la salud de los viajeros a sus propios beneficios económicos".
Así lo explica Álex Fraile, portavoz de esta plataforma, en una entrevista concedida a Fibwi Televisión.