Nada más típico que el verano que ir de campamento. Por mucho que uno tenga diabetes. Así lo entienden desde la Asociación de Personas con Diabetes de Baleares (ADIBA), organizadores de una actividad donde la alimentación es una piedra angular.
Las actividades lúdicas se combinan con sesiones con profesionales sanitarios que pretenden mejorar la autonomía y el autocontrol de la diabetes por parte de los menores asistentes al campamento.
Más allá de estas clases teóricas, los niños disfruta estos días de un horario cargado de excursiones, talleres y deporte… Una organización que nada tienen que envidiar a la de un campamento al uso.
Una experiencia que ha dejado huella en muchos casos, lo que permite ahora encontrar como monitores a algunos adolescentes que disfrutaron en su día de estos campamentos.
Una experiencia que tratan de inculcar a las nuevas generaciones. Unas nuevas generaciones que ya han repetido en muchos casos y que disfrutan con naturalidad conviviendo con la diabetes.
Unos días de asueto y divertimento que llenarán de vida la casa de colonias de San Francisco de Asís, en la Colònia de Sant Jordi, hasta el próximo día 18.