Limitar a 27 grados el uso del aire acondicionado en verano y a 19 grados la calefacción en invierno, tanto en edificios públicos, espacios comerciales y grandes almacenes, infraestructuras de transportes, espacios culturales y hoteles, así como apagar las luces de escaparates y edificios públicos que estén desocupados a partir de las 10 de la noche son las medidas que entran en vigor a partir de esta media noche.
Unas medidas con las que el Gobierno asegura querer combatir el chantaje energético de Putin, pero que han provocado el rechazo en las comunidades gobernadas por el Partido Popular, además de Cataluña y País Vasco, y ante las que la Comunidad de Madrid, por ejemplo, tiene intención de presentar un recurso ante el Tribunal Constitucional.
Sea como fuere, esta noche será la última, al menos hasta final de año, en la que turistas y residentes podrán contemplar iluminadas las fachadas de La Seu o del Palacio de la Almudaina.