Se trata de una ayuda de 250 euros mensuales durante dos años a la que podrán optar los jóvenes de hasta 35 años que estén viviendo de alquiler.
Los solicitantes no podrán tener ingresos anuales de la unidad de convivencia superiores a los 24.318 euros y los contratos deben estar vigentes desde el 1 de enero de este año o con posterioridad.
Las peticiones de esta ayuda son individuales y los solicitantes deberán ser los titulares de los contratos del alquiler de la vivienda, que debe ser la residencia regular, y cuya renta mensual no supere los 900 euros. Desde hoy y hasta el próximo 15 de septiembre se podrá solicitar el bono de alquiler joven de forma telemática. El conseller de vivienda, Josep Marí, confía en que el sistema para solicitar el bono sea ágil.
Las ayudas, que se adjudicarán por orden de entrada entre los expedientes que estén completos y correctos, pretenden facilitar el acceso a los jóvenes con escasos medios económicos a una vivienda. Se prevé que al menos 1.600 jóvenes se puedan beneficiar de esta nueva línea de ayudas.
