Así fue con el plus salarial de 22.000 euros anuales que ingresaron durante años políticos de todos los partidos con residencia en Menorca, Ibiza o Formentera que se trasladaban a Mallorca para ejercer su cargo. Un estímulo económico que, después, aprovechó el partido Podemos para importar desde la Península a una decena de altos cargos morados que habían perdido sus cargos en sus autonomías de origen y que fueron recolocados, al principio de esta legislatura, en el escalafón del Govern.
Un plus este, el de los 22.000 euros que, finalmente ha sido eliminado de los Presupuestos de la comunidad para los políticos importados desde la Península y que ha supuesto, de facto, que muchos de los colocados por Podemos hayan acabado renunciando a su puesto y regresando a sus casas.
Ahora, otra paga complementaria salta a los medios de comunicación a través de Diario de Mallorca.
Tres consellers del Govern balear, que ya cobran de salario fijo sobre los 60.000 euros anuales -más de 4.200 euros por 14 pagas-, se llevan al bolsillo otros miles de euros por asistir a reuniones de empresas y organismo que forman parte del mismo ente que ellos mismos dirigen o de administraciones paralelas.
Son el conseller de Transición Energética y vicepresidente, Juan Pedro Yllanes; el de Habitatge, Josep Marí; y el de Medi Ambient, Miquel Mir. Casualmente, de los tres partidos que forman el Pacte de Govern: Yllanes de Podemos, Marí del PSOE y Mir de MÉS per Mallorca.
El juez en excedencia Yllanes, además de 62.190’66 euros brutos de paga anual, se embolsa otros 9.425 euros extra por ir a las reuniones del Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria de Baleares.
El ibicenco Marí se lleva 68.190’66 euros brutos cada doce meses por ser, además de conseller, residente en Ibiza. A los que les suma otros 8.300 euros extras: 7.417 también de la Autoridad Portuaria más 900 euros por las reuniones de Gestur, curiosamente una empresa de la propia conselleria de la que es el máximo responsable.
El tercer conseller que se lleva un pellizco es el ecosoberanista Mir. En su caso suma a los 62.190’66 euros de su salario anual otros 3.700 euros. Destacar que los ingresa por asistir a los consejos de administración de tres empresas públicas que son parte de su misma conselleria: Ibanat, Abaqua y Sitibsa.
Pero esto no es todo. Otros altos cargos también cobran pluses salariales por ir a reuniones. Rosana Morillo, directora general de Turismo, y Antoni Alorda, director de la Comisión Balear de Medi Ambient, ingresan 9.425 euros cada uno también de Autoridad Portuaria.
Asimismo, Cris Ballester, directora general de la Vivienda, y Antònia Sastre, jefa de gabinete del conseller Josep Marí, también cobran de la empresa púbica Gestur, una rama del árbol que forma su propia conselleria. Se llevan otros 1.200 euros al año cada una.
En la conselleria de Mae de la Concha, los agraciados son Mateu Morro y Georgina Brunet, altos cargos que, además, se llevan otros 1.600 euros de las empresas públicas Fogaiba y Semilla, asimismo dos órganos gestores del propio departamento de Agricultura.
Solo un alto cargo del Govern ha renunciado a cobrar este plus salarial por asistir a reuniones de organismos que forman parte inseparable de las mismas consellerias en las que ya trabajan y de las que cobran su sueldo. Este espécimen excepcional es Tomeu Barceló, secretario general de la Conselleria de Educación.